Mi experiencia con la línea erótica gratuita
Hace unos años que esto llamando a una línea erótica gratuita… bueno, realmente no es gratis pero a mí me gusta pensar que es así. En realidad, en comparación con la que llamaba antes, se podía considerar que es gratis.
Bueno, al tema que no me quiero enrollar mucho.
La cosa es que yo siempre he sido una persona algo reticente a llamar a este tipo de línea. No sé, nunca me habían convencido del todo. Sin embargo, sí que me atraía de una forma poderosa que nunca me había podido imaginar.
El caso es que un día me decidí hacerlo y puede haber sido una de las decisiones más acertadas que he tomado nunca.
Gran cantidad de experiencias con la línea erótica gratuita
En esta línea cada día pasa algo distinto. Una vez hablé con una chica pelirroja pero esta conversación fue algo diferente. En un primer momento la escuché algo diferente; tenía un tipo de trato que no era habitual en este tipo de chica. Estaba como distante.
Le pregunté un par de veces sobre lo que le pasaba pero ella tenía un poderoso escudo que le impedía cruzar esa línea entre los clientes. Sin embargo, a medida que la conversación avanzaba, se fue abriendo.
Al parecer tenía un problema de desahucio. Aseguraba que ganaba mucho en esa línea pero, aun así, no era ganaba lo suficiente como para cubrir la deuda en el poco plazo que le daban. No tenía pareja ni nadie que la pudiera ayudar económicamente.
Reconozco que, más que una “línea erótica gratuita” se acabó convirtiendo en mi culebrón particular.
La llamé un par de veces y pude comprobar cómo su situación se fue arreglando. Consiguió que no la echasen y sigue pagando la deuda hasta el fin de sus tiempos.