Infieles al teléfono: satisface tus deseos sin hacer nada prohibido
Nuestros propios instintos nos pueden obligar a hacer cosas que no queramos, incluso aunque tengamos a la persona más maravillosa del mundo a nuestro lado. No tiene nada que ver que se haya enfriado la chispa del amor, que nos hayamos cansado del sexo, o cualquier otra historia. A veces, al hombre (y a la mujer), le apetece innovar con nuevas parejas sexuales. Claro está, esto no le va a hacer nada de gracia al otro miembro de la relación.
Y es entonces cuando se nos plantearán dos opciones:
- Siendo infieles: podemos buscarnos una amante, buscar a una mujer/hombre para sexo esporádico, o directamente contratar a una profesional. Todos sabemos los riesgos que entraña este tipo de práctica; y es que, cómo nuestra pareja se entere de lo que hemos estado haciendo, lo más probable es que la relación se terminará ahí mimo.
- Siendo infieles al teléfono: Esta alternativa puede que no satisfaga a todos, pero realmente no estamos siendo infieles físicamente con alguien. No vamos a tener sexo real, pero si en nuestra mente, y vamos a utilizar todos nuestros sentidos.
¿Cómo es un servicio de infieles al teléfono?
La gran ventaja de los infieles al teléfono es la discreción. Si nos lo montamos bien, nadie tiene que saber que hemos hecho una llamada a este tipo de número (y es que ahora las líneas eróticas lo hacen de tan manera que tampoco aparecerá en el registro de llamadas).
A través de este tipo de servicio podemos hacer lo que se nos antoje: por ejemplo, podemos tener relaciones sexuales con una pelirroja de pechos duros y prietos, con una rubia de tetas pequeñas, pero buen culo, o lo que nuestra imaginación nos permita imaginar.
Las mujeres que están al otro lado lo dispondrán todo para que nos hagamos una buena paja, o para que terminemos de la forma en la que se nos antoje.
Teniendo en cuenta lo que nos costaría pagar por una puta (tanto en dinero, cómo en salud), un servicio de infieles al teléfono nos va a resultar hasta rentable.