Mi experiencia con el teléfono erótico gay
La verdad que es muy complicado ser gay y esperar que al otro lado de una línea erótica se encuentre un hombre que pueda ayudarme a aliviar las tensiones de un duro día de trabajo. Sé que como yo hay muchas personas que en más de una ocasión han pensado en hacer una llamada a un número de teléfono erótico gay pero que, en el último momento, ya sea porque no lo han considerado como moral, o por cualquier otro tipo de inquietud, no se han atrevido a dar el último paso.
He decidido relatar mi experiencia en el teléfono erótico gay para que todo el mundo vea que no hay nada que temer, que te lo puedes pasar muy bien consiguiendo vencer todas esas ideas preconcebidas que puedes tener en tu mente.
Descubre cómo me lo monté en el teléfono erótico gay
Por eso me decidí a realizar una búsqueda exhaustiva de los teléfonos eróticos de todo el país, necesitaba uno que encajase a la perfección con mis necesidades.
Comencé mi búsqueda en los diarios, pero para mí infortunio todas las líneas eróticas que ahí se anuncian son hetero y exclusivas para hombres, por lo que continúe mi búsqueda preguntándole a mis amigos de confianza, pero aun siendo de confianza algunos me tachaban de degenerado y otros me confesaban que utilizaban las líneas hetero, por lo que, de nuevo, mi gozo en un pozo.
Acabe recurriendo a la infinita sabiduría de internet, muchos de los teléfonos que aquí he hallado son fraudulentos, es decir, prometen ser líneas gays, pero tras mantenerte más de 10 minutos esperando no consigues absolutamente nada, una locución que se repite una y otra vez informándote de que todos los muchachos están ocupados y nada más, todo esto mientras el contador de dinero está corriendo de forma ilimitada.
Continuo mi búsqueda, no me rindo, sé que la línea perfecta, está ahí fuera.
Sé que esperabas que esta historia tuviera un final feliz pero la moraleja es otra; simplemente quiero que sepas que, en balance, me lo he pasado bien y que sigo buscando la línea perfecta.